El huracán Dorian impactó fuertemente el archipiélago de Bahamas a principios de septiembre. Muchas personas han resultado heridas, al menos 5 perdieron la vida y casas se encuentran completamente inundadas y destrozadas. En este tipo de emergencias los animales que viven en la calle quedan sumamente desamparados.
El huracán Dorian arrasa con vientos de más 300 km por hora.
Afortunadamente, una dedicada rescatista supo actuar a tiempo y recorrió las calles para tratar de resguardar a tantos perritos como fuese posible. Para el momento del huracán ya se encontraba en su casa, protegida tras barricadas y acompañada por los 97 perritos que había salvado.
“Pude traer conmigo a muchos que comenzaban a verse desesperados”.
Se trata de Chella Phillips, la directora de The Voiceless Dogs en Nassau. Esta organización se encarga de rescatar animales de la calle para salvarlos y encontrar una nueva familia para ellos en Estados Unidos.
Chella ha trabajado como rescatista durante más de 4 años. Ha logrado salvar más de 1.000 perritos.
Cuando quedaban pocas horas para la llegada del huracán, Chella no dudó en abrir las puertas de su casa. Muchos perros se encontraban aterrados pero se aliviaron al comprender que estaban recibiendo ayuda.
“Hay 97 perros en mi casa y 79 de ellos se encuentran en la habitación principal. Todo ha sido una locura desde anoche. Al menos todos han respetado mi cama”.
Chella utilizó sus redes sociales para ir dando actualizaciones. Ella y su hermano habían intentado proteger la casa lo más posible. Ubicaron en jaulas a los perros más nerviosos para evitar que perdieran el control por el miedo.
“El viento sonaba como tren que nunca terminaba de pasar. Los perros estaban muy asustados”.
Finalmente, cuando el huracán hizo impacto en Nassau las cosas comenzaron a tornarse aún más difíciles. El agua entraba por todos los rincones de la casa y comenzaron a temer que quedarían completamente inundados. El agua se llevó una gran parte de la comida de los perros y también arruinó jaulas y camas.
“Pasamos una noche muy difícil y nos alimentamos mal. Nuestras 3 bombas no pudieron contener la lluvia que entraba a la casa. Todos los servicios están caídos”.
Chella siempre procuró jugar con los perritos, calmarlos e incluso cantar un poco para distraerlos de tantas horas de angustia. Por suerte, lo peor ha pasado y gracias a su enorme esfuerzo los 97 perritos y ella se encuentran completamente a salvo.
Comparte esta nota para apoyar a Chella y a su organización en una labor tan importante. Casi 100 perritos habrían perdido la vida de no ser por su ayuda.