Con el constante crecimiento de ciudades o la llegada del hombre a zonas completamente rurales, muchos animales han comenzado a experimentar grandes cambios en sus vidas. Puede que muchos de nosotros pensemos que estamos siendo amables y llevamos la mejor relación posible con la naturaleza, pero un reciente estudio demuestra lo mucho que nuestra mera presencia puede afectar a animales de todas partes del mundo.
“Esto sugiere que los animales perciben y responden a los humanos como un peligro, incluso cuando no representan un riesgo directo”.
El estudio fue realizado por Kaitlyn Gaynor, Cheryl Hojnowski, Neil Carter y Justin Brashares. Fue publicado en Science Magazine y se ha convertido en un importante llamado de alerta para que reflexionemos sobre la manera en que nos relacionamos con los animales.
“Los humanos hacen su vida en el día y la vida salvaje se encarga de vivir durante la noche”.
La investigación analizó 76 estudios en donde se vigilaba el comportamiento de 62 especies a lo largo de 6 continentes. Se centraron en todo tipo de mamíferos, incluyendo leones, tigres, coyotes, nutrias y muchos más. Sin importar las diferentes locaciones, todos los animales mostraron algo en común: comenzaban a tener una vida cada vez más nocturna para poder evitar el contacto con los humanos.
“Esto indica que un animal que típicamente divide sus actividades de manera uniforme entre el día y la noche, aumentaría su proporción de vida nocturna al 68% de la actividad total cerca de la perturbación humana”.
Se tomaron en cuenta diferentes maneras en las que el ser humano puede causar alguna perturbación a los mamíferos. Se incluyeron actividades letales que incluyen persecución y caza; así como también actividades no letales como el senderismo y la extracción de recursos naturales.
“En general la vida nocturna de los mamíferos aumentó de un factor de 1.36”.
A pesar de que podríamos pensar que las actividades letales tienen un imparte mucho mayor en el comportamiento de los animales, los resultados indican que el senderismo puede generar un impacto igual de significativo.
“Podemos pensar que nos estamos dejando una huella cuando hacemos senderismo, pero nuestra mera presencia tiene consecuencias duraderas”.
Para muchos, esto puede leerse como un cambio positivo de manera que humanos y animales puedan interactuar menos y vivir en perfecta armonía. Sin embargo, las tasas de estos cambios pueden seguir creciendo y generar un fuerte impacto en todo el ecosistema.
“Esto puede hacer mucho más competitiva la vida nocturna de los animales una vez que comiencen a relacionarse con las especies invasoras”
No hay duda de que todo esto irá cambiando de manera profunda la vida de decenas de animales y de las zonas en las que se encuentran. Esperamos que esto sirva como un llamado de conciencia para recordar la importancia de llevar una vida en donde respetemos al máximo el hábitat de los animales.
Comparte este revelador estudio para dar a conocer los importantes resultados.