Los hijos siempre deben estar rodeados de amor, calidez y cuidados y los sabios animales, con su propio ejemplo, nos lo demuestran día a día. Las imágenes de animales cuidando otra especie distinta suelen correr como la pólvora en la red y en las pantallas de televisión de todo el mundo. Y es que los vínculos de amistad y el contacto que se pueden forjar entre animales de distinta especie no conocen de normas y suelen surgir entre estos seres cautivos que se han criado juntos desde su etapa de cachorros.
Hay casos tiernos como el de una tigresa que amamanta cerditos, desproporcionados como el de una oveja que adopta un elefante, e impactantes como el de un leopardo que arropa a la cría de babuino a cuya madre acaba de matar. Pero nuestro protagonista de hoy es un gato adoptado por una familia de patos quien nos demuestra cómo en cautividad, un animal adulto puede desarrollar esa necesidad de contacto con otro de distinta especie para sorpresa de muchos.
Melvin, un gatito de Texas, Estados Unidos, fue criado desde su nacimiento por una familia adoptiva de patos y ahora el peludo, en lugar de maullar como cualquier gato, está graznándole a todos como pato. Tal parece que el pequeño felino no ha dominado muy bien el arte del maullido, por lo que, para comunicarse utiliza los graznidos aprendidos de sus hermanos plumíferos, y la verdad es que suenan bastante raro en boca de un gato.
“Escuchamos un maullido muy particular cuando entramos en la habitación y lo seguimos”, dijo Sarah, una voluntaria del Centro de Animales de Palm Valley en Edimburgh, Texas.
Los expertos en comportamiento animal no tienen del todo claro el origen de este curioso comportamiento, pero la mayoría coincide y cree que los animales cuidan las crías de otras especies para saciar su instinto maternal.
El pequeño Melvin es aún un bebé
Estos suelen ser hembras en período de lactancia que, gracias a su instinto tan a flor de piel, cuando encuentran a alguna cría que necesite ayuda, te aseguro que poco les importa si suena, huele o se parece a ella.
“Los animales que adoptan son hembras, casi siempre en período de lactancia y que han perdido a sus crías o no las han tenido”, señala un experto de Palm Valley.
Ahora Melvin es «El gato que grazna»
Pero, cabe preguntarnos: ¿y si estas situaciones no son tan extrañas para sus protagonistas? Como ya hemos dicho en multitud de ocasiones, el proceso de domesticación de un animal ya es de por sí bastante complejo en cuanto a “lo natural” se refiere.
Que un gato, el descendiente de un tigre, viva junto a una familia de patos salvajes debe ser sorprendente de por sí, pero que siga el más natural de sus impulsos e imite lo que ve, no debe serlo tanto. Y es que todas estas imágenes y videos se pueden resumir en un solo concepto: instinto maternal.
Comparte esta insólita y divertida historia con tus mejores amigos, promueve en todo momento la unión de la familia y establece vínculos saludables con cada uno de los miembros que conforman tu grupo familiar incluidos tus animalitos adoptados.