Muchas personas creen que perros y gatos son rivales naturales, pero en más de una ocasión estos hermosos animales nos demuestran el valor de una verdadera amistad. Un pequeño gatito llegó a la fundación Humane Society con un estado de salud alarmante. El gatito era mucho más pequeño de lo que debería ser para su edad, pero estaba dispuesto a luchar por su vida.
El gatito fue rescatado en la ciudad de Jacksonville en Florida.
Decidieron llamarlo Rhaegar. Estaba tan irritado que todavía no podía abrir bien los ojos y todo parecía indicar que había pasado mucha hambre durante sus primeros días de vida. Comenzó a tomar un tratamiento de antibióticos y en cuestión de días comenzó a mostrar su personalidad brillante y juguetona.
“Finalmente comenzó a demostrar que tenía una voz y se mostraba muy feliz de maullar cada vez que sabía que se acercaba la hora de la comida”.
Kaitlyn, una veterinaria del lugar, supo que debía abrir las puertas de su hogar para este pequeño. Su recuperación tomaría de mucho tiempo y dedicación pero ella contaba con alguien en casa que ya había demostrado ser la mejor para este tipo de casos: Grace. Esta dulce perrita siempre ha recibido con los brazos abiertos a todas las mascotas que llegan a su casa en busca de un hogar temporal.
El gatito tenía la nariz muy afectada y llena de costras.
Sin embargo, hizo una relación mucho más especial con Rhaegar. Descubrieron que tenían un pasatiempo en común: las siestas, así que siempre estaban abrazados y dormían tiernamente. Grace tiene un instinto protector muy grande y se asegura de seguir al gatito a todos lados para que no le pase nada. Se han vuelto tan inseparables que Rhaegar la imita en todo y todo parece indicar que él cree que es perrito.
El gatito fue rescatado con apenas tres semanas de edad.
Grace se volvió fundamental en la recuperación de este lindo gatito. Aprendió a tomar agua y a comer siguiendo su ejemplo. Ha logrado subir un poco de peso y su energía es tan grande que ya es capaz de hacer travesuras.
Rhaegar aun no alcanza su tamaño ideal y los veterinarios creen que se trata de algún problema congénito.
Kaytlin se encuentra trabajando incansablemente para asegurarse de que el nuevo miembro de su familia reciba toda la ayuda que necesite. Por suerte, cuenta con el apoyo de Grace quien se encarga de darle besos y amor a Rhaegar mientras comparten el sillón.
No dudes en compartir esta bonita historia para celebrar el enorme impacto que nos da estar rodeado de nuestros seres queridos.