La Amazonía es la selva tropical más grande del mundo donde habita un millón de personas pertenecientes a distintas poblaciones indígenas, y cerca de tres millones de especies de plantas y animales, pero desde el pasado 9 de agosto arde sin control, y los animales sufren los estragos de los enormes fuegos forestales.
El 20% del oxígeno del planeta lo produce en la selva amazónica, y tal como lo concibe el presidente francés, Emmanuel Macron, en su cuenta de Twitter, es el pulmón del planeta, pero para nuestro pesar ese pulmón se encuentra actualmente en llamas.
Estos días el tema de la Amazonía se ha convertido en uno de los más comentados, a nivel mundial bajo la etiqueta #PrayForAmazon.
El fuerte viento expande el fuego por doquier
Como siempre, cuando ocurren tragedias de este tipo, muchos comienzan a buscar culpables, algunos grupos ambientalistas acusan al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, según ellos, por incitar a un grupo de agricultores a la deforestación de la selva para tener más tierras de cultivo.
Y este, a su vez, da a entender que algunas ONG tal vez ocasionaron esos incendios con la finalidad de perjudicar tanto su gestión como su imagen.
Los animales están asustados
Independientemente de esas acusaciones, lo preocupante es que los incendios aún están activos, y todavía no se puede cuantificar la magnitud de los daños causados en la flora y la fauna.
Pero partiendo del hecho de que se trata de una de las zonas con la mayor biodiversidad del mundo, los estragos son enormes. El fuego es inmisericorde, todo tipo de animales, peces, serpientes y pequeños mamíferos huyen de las llamas que avanzan sin control arrasando con lo que consiguen a su paso.
Los animales corren desesperados intentando salvarse
Uno de los estados afectados fue Rondonia, a 150 km de su capital, Porto Velho, ya el fuego ha arrasado con unos cinco kilómetros de terreno.
Una de las imágenes que recorrieron las redes sociales es la del Sargento Pedro Ribas Alves, un bombero que trabaja en el departamento de especialización de incendios forestales de Mato Grosso, otro estado afectado por el incendio.
Ribas Alves encontró a un armadillo totalmente deshidratado, y lo tomó en sus manos para darle un poco de agua.
«Íbamos lentamente por la zona afectada y decidí parar. Ya había visto a alguien dándole agua a un armadillo con una garrafa térmica en YouTube. Tomé al armadillo, que no ofrecía resistencia, y le di agua. Cuando percibió el agua, quiso tomar de la boquilla pero no tenía fuerzas. Así que pedí un vaso a un colega y le di agua», relató el funcionario.
Izar Aximoff, quien es biólogo especialista en el tema en áreas del bosque atlántico ha encontrado gran cantidad de animales calcinados.
“He visto una boa constrictora quemada, un perezoso carbonizado, una bromelia quemada. Te dan ganas de llorar. La pérdida es invaluable», afirmó el biólogo.
Cientos de animales serán los más afectados en este gran incendio, se trata de la vida de animales inocentes que han perdido su hábitat y su familia. ¡Unamos nuestras voces para pedir mayor cuidado y protección para nuestro gran reservorio natural!
Comparte esta dramática historia con todos tus amigos, y tomemos consciencia de la importancia de proteger nuestra Amazonía.