Gabi Mann es una dulce niña que tiene una relación muy especial con las aves. Todo comenzó hace cuatro años cuando estaba comiendo y por su corta edad no podía evitar dejar migajas y restos por doquier. Fue entonces cuando notaron que un pequeño cuervo se acercó hasta ella para poder comer lo que había dejado por allí. A lo largo del tiempo se convirtió en toda una tradición.
Gabi tan sólo tiene ocho años de edad.
Gabi adora recibir la visita de los cuervos así que continuó dándoles un poco de su comida. Comenzaron a forjar una relación tan especial que los cuervos la seguían en su trayecto sobrevolando el bus escolar.
Gabi y su familia viven en la afueras de Seattle en los Estados Unidos.
Para muchos esto podía parecer algo extraño pero para Lisa, su madre, se convirtió en una oportunidad muy bonita para enseñarle a sus hijos la importancia de compartir y de amar a los animales. A partir del 2013 Lisa se unió a esta bonita tradición y ahora ofrecen agua y mucha comida a los cuervos en el jardín de su casa.
La familia les da maní, comida para perros y otras cosas que les han recomendado los expertos en aves.
Cada mañana, comienzan a trinar para llamar a Gabi. Lo mejor de todo es que estas peculiares aves saben demostrar lo agradecidos que se sienten. Con el paso de los meses comenzaron a dejar curiosos regalos en los diferentes lugares donde Gabi les da de comer.
La familia Mann recibió una demanda por atraer animales indeseados a su vecindario.
A veces son zarcillos, piedras preciosas, tornillos, ramitas o cualquier tipo de objetos. Para Gabi se trata de un símbolo muy especial de amistad así que ha guardado todos los regalos que los cuervos le dan y ya cuenta con una notoria colección. Los tiene todos muy bien guardados y encasillados según el tipo de objeto.
Uno de los regalos es la mitad de un dije que dice “Mejor” y bromean diciendo que el cuervo tiene la otra mitad que dice “Amigo”.
Uno de sus regalos favoritos es un tornillo oxidado. Para Lisa, una de las cosas más especiales que le han dado ha sido el lente de una de sus cámaras que había perdido el día anterior.
“Estoy segura de que fue intencional. Nos miran todo el tiempo y sabían que yo lo había dejado caer. Lo quisieron devolver”.
John Marzluff, un experto en cuervos, asegura que son aves que pueden llegar a formar una relación de amistad muy importante con los humanos. Personas de todo el mundo han reportado recibir todo tipo de regalos cuando llegan a volverse muy cercanos a estas aves.
Gabi le ha puesto nombres a los cuervos y los identifica solo con verlos.
No hay duda de que Gabi es una niña con un enorme corazón y valora al máximo cada bonito gesto que estas aves tienen con ella. Esperamos que muchos puedan seguir su ejemplo y desarrollar un bonito vínculo con los animales.
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