Sabemos que tener una mascota en casa es sinónimo de alegría y felicidad, pero también implica infinidad de travesuras y sorpresas. Maisy es de esas gatitos que tienen mucha energía y le gusta hacerse sentir en casa, la mayor parte del tiempo anda descubriendo nuevas aventuras que algunas veces terminan en pequeños problemas para la familia.
Maisy tan solo tiene seis meses y mucha energía para drenar.
Su dueña comenta que a la traviesa gatita le encanta estar metiéndose donde no debería, uno de sus lugares favoritos son los armarios. Cuando está cocinando tiene que estar el doble de alerta porque pareciera que Maisy sabe el momento exacto cuando su dueña está más ocupada para hacer sus travesuras, bien sea romper todo el papel higiénico, tirar de la alfombra del salón, pero sobre todo jugar con las bolsas de plástico.
Holly Clark es su madre humana.
Recientemente Clark decidió redecorar la casa pintando algunas de las paredes, una vez terminado el trabajo se aseguró de tapar bien las latas de pinturas para evitar que Maisy se antojara de jugar con ellos. Como es lo usual, Clark dejó la bandeja de pintura y los pinceles remojando en el lavadero y se fue a dormir, y por supuesto, los utensilios fueron encontrados por la ingeniosa gatita.
Decidió dejar volar su imaginación y sorprender a su dueña.
Al levantarse Clark no podía creer lo que veía, notó pequeñas huellas blancas por todo el pasillo, desde luego su primera reacción fue de sorpresa. Con sospecha de que había algo más inspeccionó toda la casa y confirmó que Maisy había hecho una nueva decoración por su cuenta. Al respecto señala:
«Las huellas de las patas estaban en todas partes”.
Toda la casa de Maisy estaba cubierta de pequeñas huellas, las habitaciones, los muebles de madera, parte de su ropa, y desde luego el baño. Este último es para Clark su pieza de arte favorita hecha por su tremenda gatita. Cada rincón de la casa estaba cubierto por huellas que delataban a la única responsable de tan atrevido ingenio. A pesar de la sorpresa de Clark, la gatita actuaba como si nada hubiera pasado.
Maisy estaba durmiendo felizmente con sus patitas cubiertas de pintura.
Sin duda, la adorable gatita había hecho un gran trabajo teniendo ideas muy distintas al de su dueña. Por fortuna, la pintura al pasar rato en el fregadero se había mezclado con agua y no fue difícil quitar. Maisy es una gran artista y los talentos no hay que negarlos, ella seguirá buscando nuevas formas de expresarse por lo que su madre buscará mayor seguridad al guardar los utensilios.
Cada animalito es único y buscará la forma de llamar la atención. Todos merecen conocer esta gran obra de arte, hazlo posible compartiendo la nota con tus familiares y amigos.