Un grupo de trabajadores recogía basura en los bordes de una carretera del Condado de Dutchess en Nueva York, cuando de pronto algo llamó su atención: comenzaron a escuchar ladridos.
Inicialmente se extrañaron mucho, pues se encontraban en el medio de la nada y no podían imaginar cómo un perro podía haber ido a parar allí, pues no había viviendas cerca en varios kilómetros a la redonda.
Pesci estaba sujeto a este árbol bajo el inclemente sol
Estuvieron de acuerdo en que sería prudente investigar de dónde provenían los ladridos, así que siguieron el sonido, hasta que divisaron a lo lejos un árbol y, sujeto a su tronco con una cadena, un perro.
Estaba bastante lejos de la carretera, así que había sido un verdadero milagro que los trabajadores escucharan sus ladridos desde la carretera y que lograran hallarlo en los alrededores.
Pesci estaba deshidratado, pero feliz de tener compañía
Los trabajadores se sorprendieron mucho del hallazgo, pero algo era evidente: el perro estaba demasiado feliz de saber que sus ladridos habían llegado a oídos de alguien y que existía una remota posibilidad de ser rescatado.
Era evidente que el perro había pasado allí algunos días y que había tenido que soportar las inclementes temperaturas del verano. Era un milagro que estuviese con vida y que aún conservara toda esa vitalidad.
Tras contactar a la policía de Nueva York y denunciar el caso, Pesci fue trasladado a un refugio. A pesar de todo lo que había pasado, él no tenía ningún recelo hacia las personas y estaba dispuesto a ser amigo de todos.
El perro estaba deshidratado, pero fuera de eso, Pesci es sorprendentemente saludable. Mientras se encuentra recibiendo todos los cuidados necesarios y preparándose para encontrar un nuevo hogar, las autoridades de Nueva York están tras la pista de la persona que abandonó al pit bull. Tendrá que enfrentar cargos por su cruel conducta.
Amoroso y lleno de vitalidad, Pesci está dispuesto a hallar un hogar muy pronto
El hecho de que estuviera tan lejos de la carretera sugiere que quien lo puso allí no tenía la intención de que lo encontraran fácilmente. Afortunadamente, Pesci está a salvo y lleno de afecto ahora. El refugio tiene la sensación de que no tendrá que esperar mucho por su familia perfecta.
Con tanto amor para dar, es indudable que este perro tiene un destino formidable esperando por él. Esperemos que muy pronto encuentre su lugar en el mundo.
Si quieres contribuir a la adopción de Pesci, comparte esta noticia. Puede que su historia motive a las personas indicadas.