Stephen Austin, un residente de Detroit, se mudó hace muy poco a su nueva casa. A pesar de que se sentía muy cómodo en su nuevo hogar, había algo que lo inquietaba mucho: todas las noches escuchaba un insistente maullido, sin saber exactamente de dónde provenía.
Stephen es un chico de gatos. De hecho, tiene como mascotas a un par de mininos adultos a los que adora, es por esto que no estaba dispuesto a darse por vencido hasta llegar al fondo de ese maullido nocturno misterioso.
La gatita había estado maullando en la oscuridad durante días
Stephen y una buena amiga buscaron al gatito con insistencia, pero no fue sino hasta después de unos días que descubrieron a un diminuto personaje oculto detrás de unos arbustos, justo frente a la casa. El chiquillo vio a los nuevos ocupantes de la residencia, se armó de valor y caminó hacia ellos.
Aunque trató de ser valiente, en el fondo el gatito estaba bastante aterrado. Estaba solo y temblaba de miedo, pero en el fondo de su corazón, ansiaba un poco de atención, así que estaba dispuesto a correr el riesgo con tal de recibir el afecto que tanto estaba anhelando.
Pronto Stephen descubrió cuán dulce podía ser esta chiquilla
Stephen levantó suavemente al gatito y lo apoyó sobre su hombro para abrazarlo. Pronto se dio cuenta de que se trataba de una niña muy dulce. Mientras la acariciaba, el pequeño gatito tímido comenzó a calmarse e incluso soltó algunos ronroneos, como si supiera que estaba en buenas manos.
Después de revisar el vecindario, Stephen y su amiga concluyeron que el gatito probablemente nació de una madre callejera y de alguna manera perdió a su familia.
Stephen y su amiga decidieron ayudarla sin condiciones. Mira en este video la historia de esta gatita
Debido a que Stephen todavía estaba en el proceso de desempacar y establecerse en su nueva morada, su amiga se ofreció a criar a la gatita, hasta que estén listos para darle la bienvenida oficial a su hogar.
La llevó al veterinario, le dio unas gotas para los ojos y le aplicó un tratamiento para las pulgas. Desde luego también recibió comida y la pobre gatita no podía estar más feliz con todas estas atenciones.
Esa noche, ella se fue a dormir, sintiéndose satisfecha, segura y amada. No es la primera vez que Stephen conoce a un gatito en estas condiciones. Hace 15 años vivió una experiencia muy parecida con otro gato y tal como lo hizo en aquella ocasión, no dudó en abrirle las puertas de su casa y de su corazón.
Nunca esperó que su nuevo hogar vendría con un pequeño gatito, y se alegra de que ella los haya elegido para ser su familia.
La pequeña supo escoger muy bien a su nueva familia
Si te hace feliz saber que un gatito más ha encontrado un hogar feliz donde vivir y crecer, lejos de los peligros de las calles, comparte esta noticia.