Una pareja de Maryland fue a un refugio para adoptar un gato, pero como dice el refrán «Dos siempre es mejor que uno», especialmente si se trata de alguien tan especial como Lucky Bear.
Jill Mardesich y su prometido visitaron el recinto de Cuidado y Control de Animales del Condado de Anne Arundel con la esperanza de encontrar un buen amigo para su gato Penny. Mientras miraban a los gatitos que estaban disponibles para adopción, uno de ellos se destacó.
Lucky Bear tiene dos añitos y aunque nació sin ojos, para él la vida no puede ser más normal
Ese día Jill conoció a Lucky Bear. Era un gatito que había nacido sin ojos. Este problema le había costado caro, no solo porque no podía ver el mundo a su alrededor, como la mayoría de los gatos, sino porque nadie había querido adoptarlo luego de ser abandonado.
Lucky Bear es un gato pelirrojo de 2 años. Su familia original no podía brindarle los cuidados necesarios, así que decidieron llevarlo al refugio en compañía de Pumba, otro gatito de 4 meses de edad, con la esperanza de que encontraran un futuro mejor.
Pumba y Lucky esperaban en el refugio por una segunda oportunidad de ser amados
A pesar de ser ciego, Lucky Bear no se siente como un gato diferente. Como nunca ha tenido la oportunidad de ver, se desenvuelve sin echar de menos el sentido de la visión, por lo que su carencia no le impide ser una mascota amorosa y juguetona.
Jill asegura que el vínculo que sintió por Lucky Bear fue casi inmediato. Al verlo en el refugio, supo que querría tenerlo en su vida para siempre. Desde luego, Pumba tampoco estaba dispuesto a quedarse atrás, así que la chica no tuvo más remedio que llevar consigo a esta linda pareja de mininos.
El vínculo que une a Lucky y a Pumba (ahora Caronte), es realmente muy especial
Pumba son los ojos de Lucky Bear y lo guía a todos lados. Cuando el gatito se dirige a comer, su amigo va detrás de él por el mismo camino. Es como si el pequeño fuese un lazarillo incondicional.
El gatito que creció con Lucky Bear parece saber exactamente lo que su amigo necesita y quiere. Comparten esta conexión increíblemente hermosa: Lucky Bear nació sin ojos y Pumba se convirtió en su mirada. Juntos, están completos.
Jill no puede ser más feliz al tener a Lucky Bear consigo
Al llegar a su nuevo hogar, Pumba fue bautizado como Caronte y su amigo especial conservó su nombre original. Ambos gatos han sido una bendición para Jill y su prometido: son agradecidos, inteligentes y amorosos.
Jill sabe que para un gato como Lucky es difícil encontrar una oportunidad en el mundo, así que se siente feliz de saber que junto a ella este maravilloso minino tiene la oportunidad de ser feliz y mimado, hasta el último día de su vida.
Juntos son una familia formidable
La historia de Caronte y Lucky Bear es un ejemplo de amistad, amor y solidaridad, ¿no crees que es una buena idea compartirla con más personas? ¡Hazlo!