Aunque sus dueños la habían dejado a su suerte, una perrita fiel no pudo olvidarse de ellos y caminó más de 200 kilómetros para estar de nuevo a su lado.
El gesto de Maru, una Bullmastiff de un año, nos demuestra que los animales siempre serán los seres más fieles, incluso cuando ellos no reciban el mismo cariño.
La perrita recorrió más de 200 km con sus ojitos llorosos
Maru nació en una perrera en Novosibirsk, Rusia, y fue adoptada por una pareja en Krasnoyarsk, otra ciudad rusa. La perrita sólo compartió seis meses con los que creyó serían sus padres para toda la vida y con el poco tiempo aprendió a amarlos.
Sin embargo y de forma bastante lamentable, estas personas decidieron regresarla a la perrera. La mujer que tramitó su adopción se comunicó con el lugar para devolverla, alegando ser “alérgica” al animal.
Ante la triste situación la propietaria de la perrera, Alla Morozova, llegó a un acuerdo con los dueños de Maru y decidieron tramitar el viaje de vuelta.
La perrita fue puesta en un vagón del ferrocarril Transiberiano con destino a Novosibirsk.
“Nunca renuncio a mis cachorros y cuando se adquiere un perro, se estipula que los dueños deberían informarme si ya no lo quieren”, dijo Morozova.
Con su corazón roto, Maru fue dejada en el tren con un asistente que se encargaría de llevarla sana hasta su destino.
No obstante, durante una parada hecha por el tren en una pequeña estación cerca de Achinsk, el animalito logró escapar. Maru utilizó sus patas para abrir el pequeño compartimiento en el que la trasladaban y al sentir que el tren paró, saltó con fuerza del tranvía.
En cuestión de segundos, la asustada criaturita logró escapar de la persona que la cuidaba y se internó en el bosque.
El asistente gritó su nombre e intentó alcanzarla pero fue imposible encontrarla entre la oscuridad de la noche.
«Tuvo un ataque de pánico. Ella había sido traída por sus dueños y después desaparecieron en algún lugar. El ruido del tren la asustó», dijo Morozova.
Ante la pérdida del animalito, Morozoca informó a los dueños y solicitó su ayuda para recuperar a Maru. Sin embargo, la mujer alega que estos no se mostraron molestos ni preocupados.
Ellos habían entregado a la perrita, así que de algún modo sintieron que la responsabilidad caía sobre los hombros de la mujer.
Preocupada por Maru, Morozova decidió publicar la noticia sobre su extravía y entregó volantes con la esperanza de que alguien pudiese verla y reconocerla.
Milagrosamente, esta valiente amiguita fue encontrada con vida dos días y medio después de haber escapado. Maru fue hallada en área industrial de Krasnoyarsk, la misma ciudad en la que había estado viviendo los últimos meses.
Al encontrar a Maru, esta presentaba lesiones en su hocico que posiblemente fueron hechas al caer del tren durante su escape.
Además, las almohadillas de sus patas estaban dañadas debido a los kilómetros que había caminado en su intento por regresar a casa.
Cuando los voluntarios lograron rescatarla, Maru estaba exhausta y entre lágrimas. No podemos imaginar la angustia y tristeza que pudo haber sentido esta pequeña durante los días que estuvo deambulando solita.
Por fortuna, Maru ya está de regreso en la perrera y ha podido reunirse con su madre y hermanos biológicos.
Morozova intuye que el inteligente animal utilizó las vías del tren para regresar a casa de sus antiguos dueños. A pesar de su rechazo, ella los consideraba su familia. Esperamos que su espíritu valiente y generoso le permita recuperarse pronto de tan lamentable experiencia.
En este video puedes ver a la perrita con los ojos llorosos que parte el alma a cualquiera:
Esta es una historia asombrosa por el corazón generoso de esta perrita pero deseamos que este tipo de maldades no sigan sucediendo. ¡La adopción no es un juego!