A pesar de que todos los perritos son seres muy especiales y llenos de amor, hay personas que los mantienen en muy malas condiciones. Todas las mascotas merecen contar con atención médica, comida y mucho amor, pero hay muchos, como Judas, que pasan años sujetos a una pesada cadena.
Judas fue rescatada al norte de Vancouver en Canadá.
Judas era una hermosa pastor alemán que cayó en manos de la familia equivocada. Con el paso de los años sus vecinos comenzaron a notar que la inocente perrita no hacía más que recibir tratos injustos. No sólo pasaba todo el día en un espacio muy pequeño y sin ninguna comodidad, sino que también se acercaban a ella para lanzar desechos.
Los vecinos del lugar pensaron en irrumpir en la casa para poder salvar a la perrita pero tuvieron miedo de las represiones legales.
Las personas que pasaban por allí trataron de llamar y reclamar por lo sucedido en varias ocasiones pero nadie respondió. Finalmente su historia llegó hasta Animal Advocates y decidieron tomar cartas en el asunto lo más pronto posible. Una vez que lograron sacarla de allí comenzaron a ganarse su confianza.
La perrita fue rescatada cuando ya había cumplido 10 años.
Cambiaron su nombre a Judith y se dispusieron a darle todos los mimos posibles para que comprendieran que esos años tan difíciles ya habían quedado en el pasado. La perrita no podía caminar con normalidad ya que sufría de una severa artritis en sus caderas que le causaba mucho dolor.
Le dieron un carrito para sus patas traseras para que lograra explorar con mayor comodidad.
Su pelaje estaba notoriamente enredado y ella estaba sumamente delgada. Cuando recibió un baño se encontraba muy asustada, pero adoraba poder recibir contacto humano. A pesar de los indignantes tratos que recibió durante toda su vida, nunca se mostró reacia a acercarse a ninguno de sus rescatistas. Aprovechó al máximo cada nueva experiencia y no paraba de devolver a montones todo el amor que le dieron.
«Logró tener la diversión que le negaron durante tanto tiempo. Pudo correr, jugar, perseguir ardillas y socializar con otros perros.»
A las pocas semanas encontraron una amorosa pareja que le abriera las puertas de su hogar. Le hicieron una gran fiesta de bienvenida y desde entonces se aseguraron de que nada le faltara a la hermosa Judith en su nueva vida. Por desgracia, esta hermosa pastor alemán sólo pudo disfrutar de su vida digna durante 18 meses.
La perrita perdió la vida por ser su avanzada edad.
La mayoría de las personas buscan adoptar perritos cachorros para poder pasar más tiempo con ellos. Es por esto, que cientos de perritos rescatados y de edad mayor, al igual que Judith, no cuentan con la oportunidad de conocer un hogar donde cuenten con comida y todo el amor que se merecen.
Comparte la dura historia de Judith para promover la adopción de perritos mayores.