Brayden Dennee, en su paseo por Brampton, Ontario, se detuvo en la tienda de animales PJ. Quería ver a los gaticos que estaban en venta. ¡Qué impactante sorpresa se llevó! Sus ojos fueron testigos de una situación que no debería repetirse en ninguna tienda.
La primero que observó fue unos gatitos que estaban muy aburridos, uno sentado en la parte de atrás, cerca de la puerta. Daba la impresión de que ese gato sabía que por esa puerta podía escapar y estaba ahí esperando justo esa oportunidad.
Fijó su mirada en Cleo, otro gatito que se había desplomado por los ataques de otro, Cleo no luchó, solo se resignó a ser agredido sin defensa.
Pudo observar que Cleo presentaba signos de desnutrición, aunque es de raza Abisinio, que es de poca musculatura, estaba muy delgado, sus huesos se podían ver, su piel estaba pegada a sus huesos y dejaba en evidencia que no estaba bien.
No conforme con eso, Brayden se fijó en la etiqueta de venta con un precio extremadamente alto, superaba los mil dólares.
Brayden circuló sus fotos por las redes sociales, llamando la atención de varias organizaciones defensoras de los animales, entre ellas esta a Sociedad de Ontario para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (OSPCA)
Alison Cross, portavoz de esa organización, no dio mayor información, comentó que había una investigación en curso y que no podía dar detalles, solo que se estaban asegurando de que Cleo estuviera recibiendo la atención necesaria. El portavoz de la tienda PJ, Amy Young, negó que Cleo estuviera en venta y que había sido robado y encontrado en una casa con 11 gatos, siendo víctima de crueldad de animales.
Cuando lo encontraron, fue llevado al veterinario para revisar su estado de salud y saber si tenía alguna enfermedad contraída cuando fue robado. El veterinario en su informe explicó que estaba bien de salud pero estaba bajo en peso, sin embargo se lo atribuyó a la mala experiencia que le ocasionó mucha tensión.
Amy comentó que Cleo no estaba a la venta, expresó que la compañía de sus compañeros podían servir de terapia para superar la mala experiencia. Michelle Victoria, directivo del grupo de bienestar animal de All Paws Rescue, no estaba convencida de que Cleo no estaba para la venta.
¿Cómo se explica entonces la etiqueta del precio? Envió un voluntario de la organización para que visitara la tienda. Él mismo fue escoltado a la salida por el departamento de seguridad, sin obtener ninguna información.
Lo cierto es que este caso es muy extraño, lo bueno es que ya está en las manos de las autoridades competentes y confiamos en que estén haciendo su trabajo de manera correcta.
Cleo se quedó en casa de Amy para recibir la atención necesaria para su recuperación. Semanas después el personal de la tienda quiso que se publicaran algunas fotos de Cleo, donde se evidencia que hay una mejoría.
Compartamos esta historia para reforzar que cuando seamos testigos de violencia animal, debemos buscar ayuda y dar a conocer el hecho como tal. ¡Las redes sociales constituyen un canal muy efectivo para estos casos!