Cuando los perritos llegan al refugio se les da amor y atención mientras que parte del personal se encargar de buscarles un hogar fijo donde sean aceptados y amados bajo cualquier circunstancia. Muchos de ellos tienen suerte y pasan pocos días en el refugio, otros duran una temporada más larga esperando ser adoptados.
Una perrita abandonada estaba desconsolada y solo miraba a la pared.
Princess es nuestra protagonista, una adorable bulldog que había pasado más de 1000 días en busca de un hogar fijo. Ella ha sido devuelta al refugio en tres ocasiones dejándole un gran amargo en su corazón y con una profunda depresión. Ahora solo mira fijamente a la pared como si ya no tuviera esperanzas.
Desde el 2013 Princess estuvo pasando de un “hogar fijo” al refugio.
Los rescatistas hicieron lo imposible por buscarles un hogar, pero desafortunadamente siempre estaba yendo y viniendo entre las perreras, los hogares temporales y las adopciones fallidas. Finalmente fue llevada a una guardería, a pesar que tenía todas las intenciones no era un verdadero hogar amoroso como el que se merece la tierna Princess.
Debido a su constante soledad y de no encontrar una familia fija que le ofreciera estabilidad la perrita empezó a deprimirse.
La primera vez que la devolvieron al refugio fue en enero del 2013, su familia se estaba mudando y no querían llevarse a la perrita. Debido a su avanzada edad fue asignada a la lista de eutanasia, afortunadamente una trabajadora del refugio decidió rescatarla y darle una nueva oportunidad.
Un angelito que vio en Princess más que tristeza y desolación.
Elena es el nombre de la mujer que le devolvió la sonrisa a Princess, cuando estuvo a su cuidado tuvieron una conexión especial, la perrita reflejó su verdadera personalidad demostrando ser muy cariñosa y juguetona.
Ella se encargó de buscarle una verdadera familia, incluso podía visitarla en su nuevo hogar.
Una pareja decidió adoptarla y ofrecerle amor incondicional, mantenerla alegre y satisfecha. Afortunadamente Princess encontró la familia que tanto anhelaba, ahora es una perrita, consentida, agradecida, pero sobre todo feliz.
La perrita encontró una familia que le abrió no solo las puertas de su casa sino de su corazón.
Princess ha demostrado que a pesar de tener momentos difíciles siempre habrá alguien que será como un angelito de la guardia, guiará y velará por ti aun cuando crees que todo está perdido. Recuerda que los animalitos abandonados solo cuentan con nosotros y de nuestras acciones depende el futuro de muchos de ellos.
Anímate a compartir la nota para que todos vean la increíble transformación de Princess y más personas se unan a defender los derechos de los animalitos.