La siguiente historia no sólo habla del amor a los animales y la posibilidad de ofrecerles una vida mejor a pesar de las adversidades, sino también trata del ingenio de algunas personas que utilizan sus conocimientos para salvar vidas.
Como la de Pedro, una tortuga discapacitada a la que le faltaban las dos patas de atrás pero afortunadamente logró recuperar la movilidad gracias a que le proporcionaron dos ruedas a medidas con piezas de Lego.
Pedro pudo volver a moverse gracias a la gran idea de los estudiantes
Cuando Pedro fue adoptado ya le faltaba una de sus patitas traseras, pero luego desapareció unos meses y cuando lo encontraron había perdido la otra y estaba arrastrándose con su pobre caparazón.
Desesperados y angustiados, su dueña, Sandra Taylor, lo llevó al Hospital de Enseñanza Veterinaria de la Universidad del Estado de Louisiana, donde allí por fin, encontraron la solución a su problema.
¿Cómo? En este caso no fueron los profesionales lo que encontraron la salvación para Pedro, sino más bien fueron dos estudiantes de veterinaria, llamados Rockwell y Sarah Mercer, quienes tuvieron la original idea de ayudar a Pedro aplicándole dos ruedas de un kit de automóvil Lego en el lugar en el que irían sus patitas. De esta manera le devolvieron la movilidad.
Pedro estuvo en buenas manos y tuvo contención todo el tiempo
El equipo de veterinarios encabezado por el Dr. Mark Mitchell trataron a Pedro con un compromiso y una profesionalidad destacable. Por eso, elaboraron un plan para elaborar una prótesis que se adaptara a su cuerpo y la mejor opción que encontraron fue hacer una silla de ruedas a base de piezas de Lego. Gracias a esta intervención, la tortuga Pedro fue salvada.
«Contamos con todo el servicio de medicina del hospital y todos los estudiantes ayudando. Teníamos que hacer que los ejes fueran lo suficientemente largos para que se ajustaran a su cuerpo. También lo hicimos para que pudieran salir a limpiar a Pedro. Tuvimos que probar un par de cosas para que encajaran”, relató Rockwell, el veterinario a cargo de la situación.
Así quedaron pegadas las ruedas en la parte trasera de la tortuga
Para pegar las ruedas de Lego al cuerpo de Pedro, los profesionales utilizaron el mismo pegamento que se utiliza para unir las herraduras a los caballos, llamado epoxi. Además utilizaron las agujas de una jeringa para mantener los ejes juntos y luego cortaron algunas piezas para que encajaran. Un trabajo delicado y casi de artesanos, que sólo con amor, conocimiento y dedicación se puede lograr.
«La escuela de veterinarios puede ser difícil a veces, pero sentarme en el suelo con mis compañeros y mentores, todos riendo encantados mientras veíamos a Pedro por primera vez, ese fue un momento de pura alegría”, aseguro Mercer, una enfermera del hospital de Louisiana.
Sandra quedó muy agradecida con el equipo que asistió a su tortuga veterana.
«Fue como una clase de ciencia pero mejor porque la estuvimos viviendo», aseguró.
No te pierdas el tierno video del progreso de Pedro
Estas buenas noticias nos permiten ver la importancia de estudiar, adquirir nuevos conocimientos y fundamentalmente poder pensar «fuera de la caja» para encontrar soluciones poco convencionales que muchas veces pueden salvar vidas, como lo hicieron estos estudiantes con la tortuga Pedro.
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