Si vas a un taller mecánico, es bastante probable que lo último que esperes encontrar allí sea un gallo, ¿no es verdad? Pues este mundo está lleno de curiosidades y por eso hoy te traemos la historia de un gallo vagabundo que llegó por casualidad a un taller mecánico.
Parece que el lugar entusiasmó al animalito que estaba listo para ofrecer sus servicios en la reparación de automóviles.
Este singular gallo apareció en un taller mecánico una viernes por la mañana.
Los empleados de R and R Garage en Carolina del Norte (Estados Unidos), descubrieron un viernes que el ave se encontraba merodeando en el patio trasero del taller y se preguntaron de quién podría ser este animal o a quién pertenecía.
No podían ni siquiera imaginar si el gallo era de un vecino, ni cómo había hecho para llegar al establecimiento.
Pero estas personas fueron generosos con él brindándole un poco de alimento y, tras ausentarse del establecimiento durante el fin de semana, descubrieron con sorpresa que al regresar el día lunes, el gallo seguía allí.
Al gallo parecía gustarle mucho andar por el patio trasero del taller y no quería abandonarlo.
De hecho, el ave parecía haber estado esperando por ellos. Los chicos del taller volvieron a alimentarlo y a ofrecerle todos los cuidados, pues estaban asombrados por la presencia del animal.
Transcurridos un par de días, cuando se percataron de que el gallo no parecía tener intenciones de marcharse, decidieron adoptarlo y lo bautizaron con el nombre de Earl.
Ahora Earl forma parte de este equipo.
Este inusual empleado suele dormir sobre un árbol que se encuentra en el patio trasero del local, pero cuando llueve o hace mal clima, los chicos le permiten dormir dentro del taller sin ningún inconveniente. Después de todo él es uno más de esta familia mecánica.
Es común ver a este «trabajador» metido entre las herramientas.
A veces puedes ver a Earl merodeando los alrededores, cazando insectos, buscando lagartijas y, además de eso, es común ver al gallo acompañar a los trabajadores, como si observara con suma atención todo lo que hacen.
Estar al aire libre es algo que le encanta, por eso en el taller no le impiden su movilidad. El es el dueño de cada uno de los espacios y eso lo saben tanto los trabajadores como los clientes del taller.
Acá el animalito inspeccionando los neumáticos de uno de los carros.
Algunas personas incluso bromean, asegurando que Earl se toma su trabajo muy en serio, como si se tratase de un empleado más.
Además, los clientes de R and R Garage se han encariñado con el animal, y a algunos le parece gracioso ver a este gallo ir de un lado a otro en un lugar tan singular.
Definitivamente supo cómo ganarse la aprobación y cariño de todos.
En las mañanas, Earl es uno de los primeros en incorporarse al trabajo. Cuando el primer empleado llega, él corre a recibirlo para entrar enseguida al taller. Se podría decir que es bastante atento y curioso.
Ha calado tanto en los trabajadores esta singular mascota, que el dueño del taller está pensando en incorporar su figura al logotipo, así como en los uniformes de los trabajadores.
Muy pronto este amiguito será la imagen del negocio.
Como es usual ver a Earl debajo de los automóviles en reparación o aproximarse a los otros trabajadores cuando ellos están ocupados, cada uno tiene mucho cuidado de no lastimarlo. No es que un taller mecánico sea el lugar más ideal para un animal como este, pero ellos lo protegen.
Después de un año, Earl sigue ganándose el corazón de empleados y clientes y pasó de ser un gallo vagabundo a uno muy trabajador.
Ningún empleado llega más temprano al trabajo que Earl.
Si te gustó la historia de este gallo coméntala con tus amigos. Es momento que el mundo vea que todos podemos hacer algo por cuidar de los animales más indefensos.