Algunos animalitos han pasado de ser sólo unas mascotas para convertirse en verdaderos héroes. A diario, especialistas capacitan a más criaturitas que con su amor y destrezas ayudan en el área médica para tratar a diferentes pacientes.
Por su desarrollado sentido del olfato, los perritos son entrenados para detectar olores de alimentos que podrían matar a personas alérgicas. Pero, no sólo son capaces de eso sino que también están ayudando a los pacientes de diabetes.
Esto lo sabe muy bien Eli Morgan, un niño de 9 años con diabetes tipo 1, que deseaba tener un perrito de servicio que lo ayudara a luchar contra su enfermedad.
Satisfactoriamente, el pequeño Eli obtuvo su perrito después de más de 4 años de espera. Este chico fue sorprendido en un programa de televisión y pudo conocer a Polar, un labrador retriever que será entrenado para convertirse en su fiel compañero.
Polar es un perro de servicio que en las próximas semanas será entrenado especialmente para familiarizarse con el aroma de Eli.
La idea es que al familiarizarse con el aroma del pequeño, Polar pueda detectar cambios de el azúcar en su sangre. Algo sumamente vital para el bienestar del chico.
Para una persona con diabetes tipo 1 cualquier cambio llega a ser de vida o muerte, ya que bajo esta condición crónica la persona se ve incapaz de producir su propia insulina. Una hormona responsable de regular el azúcar en la sangre y su ausencia puede desencadenar una hipoglucemia.
Ante este peligro, la compañía de Polar en la vida de Eli será esencial, pues el pequeño podrá volver a sus actividades diarias, confiado en que el perro estará allí para advertirle en caso de algún cambio.
«Puede ser peligroso si su azúcar en la sangre sube mucho, muy alto, lo que puede, y puede ser muy peligroso si va muy, muy bajo», dijo la Dra. Jennifer Ashton.
Usualmente, los caninos que han sido entrenados indican cualquier cambio con un ladrido insistente o colocando la pata sobre la pierna del paciente. Esto alertaría de inmediato al pequeño.
Sin embargo, los especialistas recuerdan que estos animalitos brindan una especie de capa especial de protección pero su acompañamiento no significa que el paciente olvide su monitoreo cuidadoso.
«Esto es tranquilizador. La seguridad de saber que alguien más lo está cuidando también. Y empoderarlo para que simplemente, ya sabes, él sólo pueda tomar el control de su enfermedad», dijo la madre de Eli, Brooke Morgan.
La llegada de Polar ha sido una gran alegría para Eli. El niño se mostró ansioso por volver a la escuela y ante la posibilidad de hacer pijamadas en casa de sus amigos sintiéndose más seguro. Este tipo de noticias nos demuestran lo noble que son estos compañeritos, los perritos siempre están allí para cuidar y proteger a su familia, incluso si son humanos.
El servicio de animalitos como Polar nos recuerda la razón por la cual los amamos tanto. No te vayas sin compartir esta dulce nota, esta información puede ayudar a otra familia en una situación similar.