Mikey, es un encantador perrito que lamentablemente perdió la visión por completo. Pero aprendió a mirar con el corazón y cuando conozcas su historia te vas a llenar de ternura.
A Mikey no le hace falta su mirada para conquistar a quien lo conoce, su corazón irradia la luz que guía sus pasos.
Mikey, llegó a la Sociedad Humanitaria de Michigan (Michigan Humane Society) en mal estado de salud, incluso fue sugerida la eutanasia, fue diagnosticado con sarna y glaucoma demodectica, causándole dolor intenso y la ceguera definitiva.
El grupo de veterinarios que lo atendieron decidieron que para mejorar su calidad de vida lo mejor era operar para retirar sus ojos.
Luego de su recuperación, fue necesaria su integración del programa de adopción de Michigan Pug Rescue, para poder ubicar un hogar donde Mikey viviera lleno de cuidados especiales y sobre todo de mucho amor.
Mikey felizmente y hace unos meses encontró un nuevo hogar junto a Sabrina Johnson, es un Juez del Distrito de Inkster. La adaptación a su nueva vida fue satisfactoria, era un milagro.
Sabrina siente que ella fue rescatada por Mikey, es un ser adorable, ejemplo de seguir con alegría en la vida, de constante aprendizaje, y un derroche de agradecimiento y amor.
Mikey no se detiene en aprender y conocer, si tropieza con algo en su camino se sacude y sigue, con constancia va aprendiendo donde están las cosas.
¡Es un encanto! En la corte logra que los más serios agentes sonrían y expresen el ser humano que muchas veces está escondido por un uniforme. Es como un ángel, definitivamente la mejor compañía.
Comparte la historia de Mikey, nos enseña que la constancia y la perseverancia nos cualidades que debemos tener en cada acción que hagamos.