Son muchas las organizaciones animalistas que luchan incansablemente en defensa de los derechos de los más inocentes, y uno de los temas más álgidos siempre ha sido la caza.
A pesar de todos los avances que se han conseguido y son muchos los legisladores y gobernantes que la condenan, ahora Botsuana ha desatado una ola de ira e indignación tras la polémica decisión de levantar la prohibición de la caza por la más injusta razón.
Botsuana cuenta con la mayor población de elefantes de África, llegando a 160.000.
Desde que en 2015 se registraron 135.000 ejemplares, en 30 años la población de elefantes casi se ha triplicado. Y esto que definitivamente es una buena noticia para su especie, tristemente ha supuesto un problema para sus gobernantes, alegando que los cultivos de los agricultores y el medio principal de su sustento estaba siendo afectado.
Por eso, desde el pasado 22 de mayo, el presidente Mokgweetsi Masisi, quien llegó al poder el año pasado, ha dejado sin efecto la prohibición de la caza.
Los supuestos daños que provocan los paquidermos en los cultivos y los grandes ingresos que se pueden generar a partir del turismo de caza en los safaris, serían los móviles para la polémica decisión que ha traído una ola de reacciones.
“Es probable que la medida provoque protestas de los defensores de la biodiversidad, pero se hará popular entre los votantes rurales, antes de una encuesta presidencial programada para octubre”, reveló un medio local.
La caza comercial había sido tajantemente prohibida en 2014 por el entonces presidente Ian Khama, un ferviente defensor de los animales.
«Un estudio mostró que el conflicto entre humanos y elefantes ha aumentado en número e intensidad y está afectando cada vez más los medios de vida de las personas. Prometemos que la caza se reanudará de manera ordenada y ética”, expresó en un comunicado el Ministerio de Medio Ambiente.
La caza furtiva es la principal amenaza para estos hermosos animales debido a sus apetecibles colmillos por los que se paga más de 1.500 dólares por kilo.
El director de Wildlife Society y Humane Society International, por su parte criticó duramente la decisión de Botsuana diciendo que era «moralmente cuestionable y que podría dañar el turismo en el país».
«La Autoridad de Administración de Parques y Vida Silvestre de Zimbabwe está permitiendo a los turistas y cazadores profesionales usar armas específicas para cazar búfalos», dijeron en un comunicado.
Las redes no han parado de condenar la decisión debido a la gran cantidad de elefantes que tiene precisamente Botsuana.
Los arcos y flechas permitidos, que necesitan aprobación primero, matarán a los paquidermos al instante.
«Los visitantes se horrorizarán ante la idea de que los elefantes que están fotografiando en los safaris ecológicos podrían perder la vida a mano de los cazadores al día siguiente», agrega el director de Wildlife Society.
Los granjeros temen por su vida y por sus cultivos ante la gran población de elefantes que los invaden.
Es un horror que una medida así sea aprobada en un lugar en el que estos animales ya vivían ante la amenaza de los cazadores furtivos, ahora su vida pende de un hilo todo por contentar a unos pocos. Levantemos la voz contra esta injusticia, ¡comparte esta noticia!