Kerry Denman adora a los gatos, pero jamás se planteó muy en serio la idea de adoptar a uno.
Le gusta la compañía de estos amorosos peludos y ese deseo de compartir con ellos, la llevó a visitar a una camada de gatitos que estaban en adopción.
La idea de Kerry era relajarse un poco acariciando a los chiquillos y jugando un rato con ellos.
Rechazado por toda su familia, este gatito enfermizo se convirtió en un solitario
Para esta mujer de Londres los gatos pueden ser francamente relajantes, pero no lo suficiente como para responsabilizarse de uno.
Kerry tenía claro que ese día volvería a casa con las manos vacías luego de compartir con esos adorables chiquillos, hasta que se dio cuenta de que había un gatito solo deambulando encima de un canasto de ropa sucia.
Kerry cuando tomó al gatito ciego por primera vez
Cuando preguntó acerca de aquel solitario, le explicaron que la madre y los hermanos lo habían rechazado desde muy pequeño.
El gatito nació ciego, con luxación patelar y anomalías esqueléticas.
Kerry no resistió la tentación de acercarse a él y cuando lo tomó en sus manos, el pequeño gatito se hizo una bolita en su regazo. Ella estaba francamente conmovida y comenzó a preguntarse cuál sería el destino de ese pequeño, rechazado desde su más tierna infancia.
Aunque ese día Kerry volvió a casa sola, no podía sacarse al gatito ciego de la cabeza. La incertidumbre de lo que pudiera pasar con él en el futuro lo angustiaba, así que supo en lo más profundo de su corazón, que había llegado el momento.
Louie ama los juguetes que suenan
Al día siguiente Kerry fue por Louie, el gatito ciego. Ella describe el primer día de su nueva mascota en casa como algo angustiante. Él parecía estar tranquilo, ansioso por explorar y conocer, pero ella estaba francamente asustada.
A pesar de que Louie tenía muchos inconvenientes de salud, él parecía ser un luchador nato. Ronroneador, juguetón y aventurero, muy pronto sus bigotes y el resto de sus sentidos se convirtieron en una gran herramienta para andar por su nueva casa solo, sin motivos para asustarse.
Kerry asegura que a Louie le encanta jugar, especialmente con juguetes que tengan sonidos. Desde luego ella no se puede imaginar la vida de un gato como el suyo en las calles, pero se siente feliz de saber que él está a salvo y feliz.
Constantemente hay que estar vigilando la salud de Louie, pero vale la pena el esfuerzo, pues Kerry nunca imaginó que cuando finalmente llegara el día de adoptar a un gato, se toparía con uno tan especial.
Este bello aventurero tiene una vida normal y feliz
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