En Febrero del 2019 un centro de Rescate para Animales abrió sus puertas a una camada de perritos. Se trataba de unos lindos mestizos de labrador que no habían recibido las atenciones que tanto necesitaban durante sus primeros días de vida. Los pequeños se encontraban luchando por lograr crecer fuertes y saludables.
Los perritos fueron rescatados en el norte de Florida, en los Estados Unidos.
Uno de ellos, Emerson, estaba en una situación mucho más delicada. Sufría de convulsiones y también fue diagnosticado con parvovirus, una enfermedad que puede resultar letal para la vida de los cachorritos.
Además de todo esto, Emerson destacaba entre sus hermanos porque siempre lucía algo despistado. Con el tiempo, los voluntarios de NFR Maine Rescue comprendieron que el pequeño era completamente sordo.
“No requiere de mucha atención. Adora acurrucarse en el sofá o simplemente buscar un lugar soleado para descansar por un rato”.
El grupo de Rescate se dedicó día y noche a Emerson. Con muchos cuidados y amor lograron detener sus convulsiones y con cuidadosos tratamientos también logró curarse por completo del parvovirus. Ahora sólo era cuestión de conseguirle la familia que tanto se merecía tener. Por desgracia, nadie parecía hacer clic con el dulce Emerson.
Emerson tiene otros siete hermanos de la misma camada.
El pequeño perrito vio cómo todos sus hermanos fueron adoptados uno a uno mientras él seguía allí esperando por alguien dispuesto a darle amor.
“Puede que esté sordo, pero es un cachorro asombroso con demasiado amor para dar. Lo único que quiere en la vida es ser el compañero de alguien”.
Las semanas pasaban y nadie mostraba interés por Emerson hasta que, por fortuna, llegó la persona indicada. Nick Abbott es un joven que nació sordo y cuando escuchó sobre Emerson decidió que al menos debía conocerlo para darle una oportunidad. Antes de verlo, Nick no estaba seguro de qué decisión tomaría, pero una vez que entró al refugio el pequeño Emerson lo recibió y se sentó tiernamente en sus pies.
“Podría decirse que fue él quien me escogió a mí. Supe de inmediato que nos llevaríamos muy bien”.
En cuestión de horas Nick comenzó a enseñarle lenguaje de señas a su nuevo perrito. El astuto Emerson tiene sus otros sentidos agudizados así que no tardó en comprender que cuando Abbott hacía una seña con la letra S era la señal para sentarse. Minutos después comprendió cómo era la orden para acostarse y desde entonces no ha parado de aprender cada vez más.
“Compartimos un nexo muy especial. Creo que estábamos destinados a estar juntos”.
A pesar de tener unas primeras semanas de vida tan difíciles, este perrito contará ahora con el amor de Nick para poder crecer fuerte y feliz. Nadie mejor que él para apoyarlo y acompañarlo en todo momento.
¿Qué opinas de este maravilloso encuentro? Comparte esta bonita historia para apoyar a tantos perritos que como Emerson sólo necesitan encontrar a alguien que les de amor.