Randy Etter y su perro Géminis han estado juntos desde que era solo un cachorrito. Llevan dos años siendo los mejores amigos y disfrutando cada momento uno al lado del otro, de modo que cuando Etter descubrió que podría perder a su amado perrito se comprometió a hacer todo lo posible para salvar su vida.
Géminis estaba jugando con la hija de la novia de Etter hace unas semanas, y la bebé comenzó a jugar con él arrojándole su biberón una y otra vez en el parque. Géminis corría entusiasmado hacia el biberón y Etter lo tomaba rápidamente, lo lavaba y lo devolvía a la pequeña.
Todo marchaba bien, pero en un desafortunado momento Géminis atrapó el biberón sin que su humano se percatara y terminó comiendo la parte superior. Nadie tenía idea de que había tragado algo que no debía, hasta que el perrito comenzó a enfermar gravemente.
Cuando Géminis comenzó a vomitar de forma incontrolable, Etter supo que algo estaba muy mal e inmediatamente lo llevó al veterinario. Desafortunadamente, nadie podía decirle con seguridad qué estaba sucediendo.
«Perdí mi trabajo para conducir de veterinario en veterinario. Parecía que no iba a obtener respuesta en ningún lado ni la ayuda que necesitaba a tiempo. Fue una de las cosas más aterradoras con las que he tenido que lidiar», dijo el abatido hombre.
Después de muchas consultas, un veterinario pudo confirmar que Géminis tenía un objeto en su interior y necesitaría una costosa cirugía de 4,500 dólares. Etter no tenía tal suma de dinero, pero perder a su querido perrito no era una opción por lo que decidió poner su auto en venta para tratar de recaudar al menos una parte del dinero.
«Iba a gastar cada dólar de la venta del auto en su cirugía. Me sentiría devastado si perdiera a mi mejor amigo», señaló el hombre.
Un buen amigo le prestó 2,000 dólares, pero no era suficiente. Afortunadamente, una organización benéfica local se enteró de la situación y decidió hacer todo lo posible para ayudar a Etter y Géminis.
La Institución SOAR (Street Outreach Animal Response) organizó una colecta y logró recaudar casi 3,000 dólares donados por buenas personas que únicamente deseaban ayudar a la pareja de mejores amigos a continuar su vida juntos.
Con el dinero recaudado, Géminis pudo ser operado y actualmente está recuperándose al lado de su familia. Por su parte, Etter está muy agradecido con todos los que lo ayudaron a mantener vivo a su perrito, y no puede imaginar lo que hubiera sucedido sin todo el apoyo.
“Géminis es mi mundo, es mi mejor amigo. Siempre está ahí para mí, solo quería poder devolverle el favor y estar para él”, mencionó Etter.
Sin duda alguna, no hay amor más grande y sincero que el de un animal. Ellos nos entregan su corazón y lealtad por completo. Lo menos que podemos hacer es devolverles todo el amor que nos dan.
¡Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y nunca dejes de llenar de mimos a tus animales, ellos te lo agradecerán desde el fondo de su corazón!