¿Pelear como perros y gatos? Esa frase jamás tuvo ningún significado para Leila y Kitty, una chihuahua y una gata que se profesan un amor enorme y que han dejado muy claro que no pueden vivir la una sin la otra.
Leila y Kitty siempre han sido inseparables
La historia de Leila y Kitty ya tiene tiempo. La chihuahua es una perrita de 2 años de edad, mientras que Kitty es una gata de 6 años. Ambas formaban parte de una familia, pero cuando estas personas tuvieron que afrontar una mudanza, la vida de las dos cambió.
Al perder su hogar, estas personas no pudieron seguir haciéndose cargo de Leila y Kitty, pues en su nueva residencia no podían tener mascotas, por lo que las entregaron a la Sociedad de Massachusetts para la Prevención de la Crueldad a los Animales en Boston.
Para los dueños de este par no fue nada sencillo dejar atrás a sus queridos animales. Ellos están conscientes de cuán duro es decirle adiós a los seres que amas, pero al menos les queda un consuelo: Leila y Kitty se tienen la una a la otra.
Rob, uno de los encargados de la Sociedad de Massachusetts para la Prevención de la Crueldad a los Animales, está consciente de que para ambas mascotas es emocionalmente fundamental contar con el apoyo de la otra, por lo que no tienen planes de separarlas. De hecho, la familia que decida hacerse cargo de estos animalitos, deberá llevarse a casa a las dos.
Ambas fueron colocadas juntas en el albergue
En los refugios, los perros y los gatos suelen permanecer en jaulas separadas, pero con Leila y Kitty tuvieron que hacer una excepción. La noticia de ambas corrió muy rápido por las redes sociales y por los medios locales, ayudando a que llegara la familia que tanto ansiaban.
Algunas personas se interesaron en Leila y en Kitty, por lo que al poco tiempo una familia visitó el refugio para conocerlas en persona y manifestar su deseo de brindarles un hogar definitivo. Fue una gran alegría para las personas del albergue saber que Kitty y Leila continuarán su viaje juntas, al lado de nuevos amos.
El amor que se profesan las dos, así como la tranquilidad que manifiestan al tenerse, es una de las cosas que más fascina de esta bella pareja de mascotas.
Por si fuese poco son cariñosas, encantadoras y muy especiales, así que ambas tenían grandes probabilidades de ser adoptadas muy pronto cuando llegaron al refugio.
En algún lugar de su corazón, los antiguos dueños de Leila y de Kitty deben sentir un enorme alivio, pues sus mascotas ya están en un hogar donde podrán vivir felices y juntas por el tiempo que les quede de vida.
Andre y Elizabeth Marion son sus nuevos dueños
A todos nos gustan las historias con finales felices y la de Leila y Kitty es una de ellas, por eso te invitamos a compartirla.