Te sorprenderá saber que hoy en día hay muchas personas y empresas capacitadas trabajando con el propósito de hacer mejor la vida de animales en todo el mundo.
Hay diseñadores industriales dedicados a la tarea de desarrollar prótesis y otros implementos para que perros y gatos puedan caminar, a pesar de estar discapacitados.
Aunque las sillitas de ruedas para perros y gatos son cada vez más comunes, ¿habrías imaginado un utensilio de estos para un pato? Pues este es el conmovedor caso de Merlín, un patito que volvió a caminar gracias al trabajo de Walkin’ Pets, una empresa de Amherst, Nuevo Hampshire.
Merlín nació con una malformación en una de sus patas
Los integrantes de esta organización, han llevado alegría a los hogares de muchos perros y gatos, pero diseñar una sillita de ruedas para Merlín ha sido uno de los más satisfactorios desafíos para Walkin’ Pets.
La asociación Goats of Anarchy Sanctuary adoptó a Merlín hace algún tiempo. El ave tiene una malformación en una de sus patas y esto le impide caminar, como lo haría otro animal de su especie en condiciones normales.
Mark Robinson, el fundador de Walkin’ Pets se emocionó demasiado cuando recibió la solicitud de Goats of Anarchy Sanctuary.
Según lo que Robinson explicó a los medios, le entusiasmó mucho recibir este encargo, pues era la primera vez que diseñaban una silla de ruedas para un pato.
La sillita de Merlín fue un verdadero reto para sus diseñadores
Ya su empresa tenía experiencia trabajando con perros y gatos, por lo que poner a caminar a Merlín y brindarle una mejor calidad de vida, para ellos constituía un verdadero reto. Ver al pato dar sus primeros pasos fue una experiencia realmente emocionante.
Además, el diseño que el equipo de Robinson concibió para Merlín es tan genial que la silla tiene la capacidad de sumergirse, lo que le permite al patito, además de andar por tierra, nadar un poco, como es usual en este tipo de aves.
La única limitante que tiene este diseño es que no puede sumergirse en agua de mar, recalca Robinson, porque la sal puede oxidar la silla, pero sabemos de sobra que el patito no necesita de un viaje al océano para ser feliz.
La posibilidad de dar sus primeros pasos con toda libertad dentro de las instalaciones de Goats of Anarchy Sanctuary ya es más que suficiente para él.
Si al igual que muchas otras personas que supieron de la historia de Merlín, te emociona esta anécdota, no dudes en compartirla con tus amigos en las redes sociales.