Es el deber de todos tratar de cuidar, preservar y respetar la vida natural y animal, si algún animal cerca de nosotros se encuentra en peligro hay que intentar ayudarlo; sin embargo, hay muchas ocasiones en las cosas se nos escapan de las manos, y para eso tenemos a organizaciones encargadas de estos rescates.
Existen personas que dedican su vida a salvar la de los animales en peligro, ellos día a día arriesgan su seguridad para rescatar animales de distintas situaciones que pongan en riesgo sus vidas.
Los caballos suelen ser animales fuertes y grandes, cualquiera pensaría que estos difícilmente se ponen en peligro, pero a pesar de su tamaño también pueden necesitar ayuda humana.
Gunther y Wilhelm son unos caballos de 15 años que viven en Quiet Valley Living Historical Farm, cerca de Stroudsburg, Pennsylvania. Recientemente, estos caballos se metieron en un problema que puso en riesgo sus vidas, los animales salieron a dar un paseo pero pronto las cosas se pondrían feas.
Mientras paseaban sobre el hielo de un lago congelado, este se rompió y los animales cayeron en el lago helado, estaban atrapados en unos 3 metros de agua helada y no podían salir de ahí, estos dos hermosos animales no iban a sobrevivir a menos de que alguien hiciera algo.
Era un trabajo para Blue Ridge Hook y Ladder Fire Company. Cuando los socorristas llegaron estos pobres caballos estaban en el agua casi completamente sumergidos, el agua fría del lago les llegaba al cuello y se podía notar a simple vista lo asustados y mal que se encontraban.
Esto no sería una tarea fácil, cada animal pesaba alrededor de 600 kilos, los rescatistas debían actuar rápido, el trabajo de estos hombres empezó inmediatamente. Leon Clapper, el jefe de los rescatistas, contó cómo cortaron el hielo restante y empezaron a rescatar a los animales.
Parece fácil de contar, pero fue un trabajo pesado, los animales son enormes y luchaban por sobrevivir, era desesperante ver cómo se movían. El dueño de Valley Farm, Milton Mosier, contó lo difícil que fue ver a los animales sufriendo y no poder hacer nada al respecto, eso le rompía el corazón.
«Algunos de los otros vecinos eran gente de caballos, así que fueron y consiguieron calentadores, sus mantas y cosas así. Fue un gran esfuerzo de equipo”, dijo Clapper.
El rescate fue muy difícil, pero con paciencia y mucho esfuerzo los rescatistas lograron poner a salvo a los caballos, todos querían ayudar y lo hicieron con lo que pudieron.
Pero al final, el ambiente tenso y preocupante se convirtió en algo completamente emotivo, a muchos se les escaparon unas cuantas lágrimas al ver cómo los animales salían del agua.
El rescate fue completamente exitoso, al salir del agua Wilhelm necesitó un par de puntos de sutura y tenía un ojo rojo; por lo demás, ambos caballos se encontraban muy bien y ni ese frío pudo con ellos, tienen muy buena salud.
Es hermosa la manera en la que estos animales fueron rescatados, ¡comparte el emotivo momento con tus amigos!