Si hay algo que tienen los animales que los diferencian de nosotros, los humanos, es ese especial instinto de supervivencia que tienen. Por supuesto que nosotros también contamos con él; sin embargo, la forma en la que los animales se mueven en la naturaleza y disponen de sus recursos para mantenerse vivos es algo que resalta, por no hablar de la forma en la que huyen del peligro.
Y cuando pensamos en animales que tengan buen instinto de supervivencia y que se sepan moverse en la naturaleza se nos pueden venir a la cabeza lobos, osos o mapaches. Pero la historia de hoy nos muestra que animales que estamos acostumbrados a ver tan domesticados como una vaca, también cuenta con ello.
Finn es un ternero de 4 meses, que en la ciudad de New Britain, Connecticut, se escapó después de ser comprado en una subasta para, como muchos de su especie, ser llevado para pone fin a sus días.
Aprovechó un descuido por parte de su comprador cuando recién lo había comprado para correr hacia el bosque nevado, allí permaneció varios días, escondiéndose para salvar su vida.
Muchas personas vieron a Finn en los días siguientes, pero en el momento en que cualquier persona se le acercara demasiado, el ternero emprendía su huida inmediatamente, por lo que era imposible atraparlo.
Hasta que Farm Sanctuary, una agencia de protección y rescate para animales, se dedicó a la tarea de capturar y rescatar a Finn.
Montaron una estación de alimentación con cámaras para sacar a Finn de su escondite y monitorear sus movimientos. De esta forma podrían tener una idea de en qué parte del bosque se podría encontrar.
El resultado sorprendió a todos. Solo se necesitó un día para rescatar a Finn.
El mismo día que pusieron la estación de alimentación, Finn llegó allí y no se movió. Cuando el equipo fue al día siguiente para recoger las cintas, el ternero estaba allí cerca del tráiler donde se lo llevarían más tarde, como esperando a que le llevaran más comida.
Así que de inmediato se llevaron a Finn, que después estuvo unos días en el Hospital de Animales Grandes de la Universidad de Cornell para una revisión médica.
«Hemos rescatado ganado de los bosques antes y usualmente toma más tiempo que solo un día”, dijo Tara Hess, directora del refugio de Farm Sanctuary’s Watkins Glen, el refugio de Nueva York, donde actualmente se encuentra Finn.
A pesar de ser un recién llegado, su adaptación con los demás de su especie ha sido muy buena. Los demás lo han aceptado como uno de los suyos con una cálida bienvenida.
A nuestro querido ternero se lo ve muy feliz junto con su nueva familia. Sin duda, un destino mucho más agradable del que le esperaba si no se hubiera escapado. Su instinto lo guió no solo a sobrevivir, sino a tener una vida placentera y tranquila que pocos animales de su especie pueden tener.
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