Cuando una mascota se pierde, se hacen todos los esfuerzos posibles para traerla a casa, ya que es un miembro más de la familia. Al inicio, la determinación y la esperanza actúan en conjunto con el nerviosismo de la persona que pierde a su compañero animal.
Con cada día que pasa, el nerviosismo va ganando fuerza con la desesperación y la esperanza se puede ver afectada. Más aún cuando afuera hay un frío polar y las nevadas son algo de todos los días.
Pero la esperanza es lo último que se pierde.
Esto lo demuestra nuestra querida amiga Kara, quien después de estar fuera de casa 73 largos días, se reunió con su familia gracias a unos oficiales de control animal que la rescataron desde el otro lado de un estanque congelado.
Pero ¿cómo fue que estuvo tanto tiempo perdida? ¿Cómo llegó allí?
Una tarde de noviembre sin que la familia se diera cuenta, Kara salió del cercado de la casa, no saben exactamente cómo.
Inmediatamente, la familia empezó a buscar a Kara, a repartir folletos y a compartir la información en las redes sociales, ofreciendo recompensa por información.
Kara es el animal de compañía de una niña con espectro autista
Con el pasar de los días, hubo gente que fue viendo a Kara en distintos puntos de la ciudad. Pero cuando se le acercaban demasiado, ella huía inmediatamente.
Incluso se le llegó a ver en una cinta de seguridad.
Hasta que finalmente, el oficial de control animal Chris Harriman vio a Kara atrapada en un terraplén (un muro o banco de tierra o piedra construido para evitar que un río inunde un área).
«Desde su casa, son aproximadamente 15 kilómetros desde donde estábamos”, dijo Harriman.
Rescatarla no era tarea fácil.
Aunque Harriman en conjunto con otros oficiales de control animal pudieron bajar adonde estaba la perrita, la tarea difícil era subirla la altura de 3 metros.
Kara estuvo atrapada ahí por 3 días.
Presumiblemente, cruzó el estanque cuando estaba congelado, pero después la temperatura subió, dejándola atrapada sin ninguna manera de librarse por su cuenta.
Se necesitaron 5 oficiales de control animal, una perrera y unas cuantas sogas para poder subir a Kara. Luego se la llevaron al KC Pet Project y gracias a la difusión en redes sociales, sabían cuál era su familia y la contactaron.
«Ella había perdido poco más de 9 kilogramos, y había estado alrededor de los 35 kilogramos”, dijo la Dra. Angela Holt, veterinaria de Kara. “Pero, honestamente, considerando sus circunstancias, se ve fantástica”.
Pero el peso poco le importó a su familia, la cual estuvo muy emocionada de tener a Kara de vuelta con ellos cuando incluso ya la habían dado por fallecida, dadas las bajas temperaturas de los últimos días.
«No sabemos cómo se resguardó o cómo se alimentó, o cualquier cosa. Simplemente estábamos asustados”, dijo su dueña Melissa Oppenheim.
«Estaba llorando de verdad porque estaba feliz. Estaba emocionada. Estaba llorando en el suelo”, dijo Melissa entre lágrimas.
Una gran historia que contó con un sorpresivo final feliz para fortuna de todos. Kara en un tiempo estará en su peso normal y todo será como antes. La perseverancia de esta familia aún en los momentos de desesperanza les permitió reunirse de nuevo con su amiga.
Comparte esta conmovedora historia con tus seres queridos, que la esperanza y la lucha sea lo último que se pierda.