Todos quienes tienen a su abuela o a alguna persona fallecida en la familia saben lo difícil que puede suponer afrontar su sensible partida, especialmente cuando es reciente.
No hay nada que logre aliviar el dolor, sin embargo algunos tratan de hallar consuelo como pueden.
Es lo que sucedió con la familia de Dorothy Booth, una dulce abuela de Virginia, en Estados Unidos, quien falleció pacíficamente a la edad de 97 años, dejando un gran vacío en todos los que la conocieron.
La abuela fallecida les hizo una dulce promesa antes de partir
Debido a la avanzada edad de Dorothy, meses antes de que el Señor la llamara a su presencia, sus hijas Debbie y Jeanne, curiosamente se habían atrevido a hacerle la más peculiar petición:
«Oye, cuando llegues al cielo, mira si puedes enviarnos una señal de que estás allí y de que eres feliz».
A lo que la anciana con la mayor naturalidad, consciente de que su partida podría ser inminente, les dijo: «¡Veré lo que puedo hacer!».
Entonces su hija y su sobrina se la pusieron más fácil: «¡Envía un cardenal!». Se lo dijeron, porque de hecho, era el animal favorito de Dorothy.
Pero, lo que ellas pasaron por alto es que ciertamente, la abuela era la más fiel cumplidora de sus promesas. Y, sin imaginarlo, fueron testigos de un verdadero milagro.
La familia necesitaba estar reunida para acompañarse en el dolor y al día siguiente del funeral estaban jugando las cartas en honor a la abuela, ya que era su pasatiempo favorito. Cuando de repente, escucharon un ruido peculiar en la ventana.
«Mi suegro salió y vio que era un cardenal. Estaba allí sentado, completamente alerta y tranquilo, se pudo acercar, acariciarlo y traerlo a casa», relató la nuera de Debbie, Angela Patteson.
«¡Oh, Dios mío, ¡realmente sucedió!», dijeron Debbie y Jeanne, sin poder dar crédito a lo que veían.
Cada segundo con el pájaro, toda la familia de Dorothy sentía que era como una oración contestada.
Y, aunque lo que estaban viviendo ya era como tener unos segundos de cielo, todavía no habían presenciado el auténtico milagro.
Se dijeron a sí mismas que lo mejor sin duda era liberar al hermoso cardenal rojo y resueltas a ello, lo pusieron en la mano de Debbie para dejarlo volar.
No esperaban que la criatura tuviera un comportamiento así
Pero increíblemente, el cardenal, de naturaleza libre, no estaba dispuesto a abandonar a la familia tan rápido.
Tan pronto lo soltaron, volvió con el mismo ímpetu a posarse sobre el hombro de Debbie como si quisiera consolarla en su dolor.
Fue la más hermosa señal de que su abuela estaba presente cumpliendo su promesa
Claramente, estaban presenciando algo jamás visto. Debbie quedó totalmente atónita al ver cómo el adorable animalito volvía sobre su regazo como si quisiera permanecer con ellas por siempre.
Hasta que después de un buen tiempo, casi 10 minutos después, lograron reposarlo en una rama desde donde emprendió el vuelo.
Para Debbie y Jeanne, sin duda esta fue la respuesta de la abuela a su petición. Aunque para muchos otros puede ser algo aleatorio, para ellas no lo es.
«Ellas estaban seguras que provenía de Dios, que esto haya sucedido ha sido muy reconfortante. Realmente ha ayudado a mi suegra y a su hermana. Esta fue definitivamente una respuesta a sus plegarias», concluyó la nuera de Debbie.
Este es el increíble momento que Angela Patteson compartió en su cuenta de Facebook, titulándolo «el cardenal milagro», y ya ha alcanzado más de 14 millones de reproducciones.
¡Es un gran milagro de amor!:
¿Tú también crees que la visita de este hermoso cardenal y su insólito comportamiento, no es pura coincidencia? Los animales no paran de darnos las más lindas sorpresas y muchas veces, para darnos fuerza y consuelo en los momentos más difíciles.