La historia de Juan, un perro de Argentina que se encuentra en un albergue de animales, ha creado mucha polémica en las redes sociales.
Como algunos perros afortunados, Juan salió del albergue donde había permanecido bajo cuidado para llegar a su nuevo hogar. Una familia se había interesado en él y no dudó en ofrecerle un final feliz a su historia.
El mío me hizo verga mi primer guitarra, que le hago? We pic.twitter.com/xgivslFlVP
— Chavo (@ChavoLP123) January 24, 2019
Sin embargo, el “cuento de hadas” de Juan duró muy poco. El felices para siempre fue interrumpido cuando el perro, como lo hacen muchas otras mascotas en el mundo, decidió cometer una travesura que le costó muy caro.
Este perro simplemente robó algo de comida de la mesa y la familia que había decidido hacerse cargo de él, no estuvo dispuesta a soportarle lo más mínimo. El perro fue devuelto al albergue.
Que maldad 😪 Mi perro se comió la lengua entera que era para la cena de Navidad e igual.. pic.twitter.com/HS4ZDlajga
— Mayra (@MayraElianaF) January 24, 2019
Cuando se supo la noticia de que Juan estaba de nuevo en adopción, al haber perdido su hogar por cometer una sencilla imprudencia, la indignación de miles de usuarios no se hizo esperar.
Cientos de personas criticaron severamente la poca tolerancia y la dureza de corazón de la familia que había decidido en un principio cuidar de Juan. Además, los usuarios aprovecharon la ocasión de compartir anécdotas de sus mascotas.
La mía robó hasta una dentadura de arriba de una mesita de luz. Y la destrozó obvio. Y aca está. No la puedo castigar, mirá lo linda que es. pic.twitter.com/yw7Vf0ot8J
— ▲ Celeste ▲🌼🌜 (@CelesteBagu) January 24, 2019
Muchos dijeron que es sabido de sobra que algunos perros y gatos suelen robar algo de comida del recipiente de la basura, de la mesa y, en algunos casos, hasta de la estufa. Castigar de este modo a una mascota por algo tan tonto, es verdaderamente imperdonable.
Marcie Bakker, la persona encargada de difundir la noticia en Twitter, le recordó a las familias que adoptan que hay que ser demasiado paciente con los perros y gatos que provienen de las calles o que vivieron abandono.
En su etapa de desamparo, estos animales aprenden hábitos para poder sobrevivir, uno de ellos es comer cualquier cosa, incluyendo comida para humanos. La única solución para estos comportamientos es educarlos con paciencia y un profundo afecto.
Los usuarios que se mostraron solidarios con el caso de Juan y ruegan para que el perro vuelva a conseguir un hogar muy pronto, comentaron algunas de las peores travesuras de sus mascotas. Algunas de ellas duermen sobre la cama, robaron comida de la cena de Navidad e hicieron destrozos considerables. Aún así, siguen siendo amados por sus dueños, sin importar lo que hagan.
¿Y tú? ¿Serías capaz de reaccionar de la misma forma en la que lo hizo la familia que adoptó a Juan o criticas esta decisión? Comparte la noticia en tus redes sociales y permite que tus amigos también opinen.