La vida para un caballo cambió por completo después de que un grupo de extraños se unieran para salvarlo, todo comenzó cuando Kent, una mujer de Inglaterra salió a pasear con su perrito por un camino montañoso.
Mientras contemplaba el paisaje a lo lejos notó a un joven caballo acostado en medio del campo. Estaba visiblemente lastimado, completamente débil, apenas podía levantar la cabeza.
Caballo enfermo abandonado en el campo es rescatado por un grupo de samaritanos.
Ante la desgarradora escena, la mujer se contactó con la RSPCA, la inspectora Rosie Russon, rápidamente se acercó al lugar, y no pudo evitar conmoverse por la terrible situación en que se encontraba el caballo, a quien decidieron llamar Adie. Al respecto Russon comenta:
“La pobre Adie yacía allí en medio de este enorme campo. El suelo a su alrededor estaba revuelto, obviamente había estado luchando para volver a levantarse después de desplomarse, pero se había vuelto tan débil que apenas podía levantar la cabeza, fue muy triste de ver”.
Russon y Kent se unieron para ayudar a levantar al caballo, pero no lograron por su cuenta por lo que pidieron ayuda a un veterinario local.
Mientras el veterinario llegaba, Kent corrió a su auto y buscó un poco de agua para darle al indefenso equino, quien bebió rápidamente del vital líquido dejando evidencia de lo severamente deshidratado que estaba.
Se desconoce cuánto tiempo llevaba el caballo abandonado, pero estaba visiblemente herido.
Poco después la inspectora de la RSPCA le dio al caballo un poco de heno que había traído con ella. Hacía mucho frío así que cubrieron al caballo con algunas mantas que Kent tenía en el auto.
Mientras esto sucedía, se corrió la voz entre la pequeña comunidad agrícola sobre un indefenso caballo abandonado y mal herido en medio del campo, no pasó mucho tiempo para que las personas de la comunidad se unieran a la misión de rescate. Todos querían dar su aporte y ayudar a rescatar al noble animal.
“Un jinete local que nos había pasado apareció a pie y nos trajo una alfombra de caballo de su propio jardín, y la usamos como un cabestrillo para levantar a Adie.
De ninguna manera fue un trabajo fácil, pero entre nueve de nosotros logramos levantarlo y mantenerlo estable. La amabilidad de esas personas fue muy conmovedora”, destacó Russon.
Entre todos lograron levantar al caballo y trasladarlo hasta el remolque del veterinario. Adie llegó a la clínica cansada y muy deshidrata, por fortuna, ahora estaba en buenas manos.
Tras una serie de exámenes el veterinario determinó que la situación del equino era más complicada de lo que lucía a simple vista, algunas partes de su cuerpo estaba llena de gusanos.
Fue un tratamiento largo, pero con mucha paciencia y amor logró una increíble transformación.
Adie tuvo que enfrentar un largo proceso de recuperación, tras muchos meses de tratamiento, terapias y constantes visitas al veterinario, finalmente el caballo comenzó a recuperar fuerza. Russon destacó:
“Todavía está siendo tratado con esteroides y recibiendo tratamiento antiparasitario para limpiarlo por completo de todos esos gusanos que lo estaban enfermando tanto, pero ya pasó lo peor y, con suerte, pronto tendremos que encontrarle un nuevo hogar amoroso.
Es un hermoso caballo de raza estándar que será bastante alto cuando crezca por completo, por lo que algún día será el caballo de montar perfecto para alguien”.
Afortunadamente, la historia de Adie tuvo el final feliz que se merece. No solo se recuperó por completo sino que encontró un hogar al lado de personas amorosas.
Se nos agita el corazón de alegría al saber que los buenos somos más. Tú también puedes ser parte de una historia donde el amor y la compasión sean el principal motivo para transformar la vida de un animalito vulnerable. ¡Que el amor que habita en ti se vea reflejado en tus acciones!