Un par de perritas que nacieron con ceguera congénita sufrieron el peor de los rechazos al ser dejadas de lado en el terreno de un garaje abandonado. Unos vecinos reportaron el caso de las peludas una fundación, al percatarse de su presencia y reconocer que no pertenecía a la comunidad.
Al parecer alguien había abandonado a su suerte al par de perritas.
Love Furry Friends compartió el vídeo con la historia de estas hermanas. Se trata de Sasha y Masha, las perritas se encontraban comiendo pasto en el momento en que sus salvadoras llegaron por ellas.
Hambrientas y sin ningún rastro de agua cercano, las pobres no habían tenido otra opción que probar césped para tener algo en el estómago.
Al descubrirlas, las rescatistas se conmovieron mucho.
Por suerte, las mujeres tenían algo de alimento canino en el vehículo y de inmediato fueron por él. Ese fue un alivio para las perritas que comieron desesperadas, se notaba que no habían probado bocado alguno desde hacía un tiempo.
Las cachorras eran dóciles y tranquilas, así que de inmediato sintieron confianza hacia las personas que las estaban alimentando. Ninguna de ellas puso resistencia en el momento de que intentaron llevárselas del terreno.
Las perritas sabían que solo querían ayudarlas.
Tras un chequeo médico, se determinó que las peludas estaban deshidratadas y con un espectro de desnutrición. Pero además de eso, se supo que la ceguera de las perritas era congénita y no ocasionada por algún maltrato, como una de las rescatistas llegó a pensar.
Las perritas no tenían formada su córnea correctamente y eso no las dejaba ver absolutamente nada.
Las perritas habían utilizado sus otros sentidos para sobrevivir y aunque había una posibilidad de operarlas para instalarles un lente, aún eran muy pequeñas para eso. Las hermanas debían esperar cumplir entre 6 y 7 meses antes de recibir la cirugía y, de este modo, el globo ocular estaría más maduro.
Aunque la operación no garantice al 100% que las perritas vuelven a ver, es una opción por la que las rescatistas están dispuestas a luchar.
Las mujeres harán todo por ayudar a las peludas.
Desde el diagnóstico, una nueva esperanza se ha encendido en el camino de las cachorras y por eso sus salvadoras están listas para esperar el tiempo necesario y comenzar a obrar para que las perritas sean operadas.
Mientras se espera el tiempo conveniente para la cirugía, las mujeres han comenzado a recaudar los fondos necesarios para cubrir todos los gastos médicos de Sasha y Masha.
Por ahora las caninas siguen al cuidado de las nobles mujeres que las rescataron del lote de garajes abandonados. Las caninas han demostrado ser una pequeñas muy agradecidas y juguetonas que disfrutan al máximo la hora del baño.
Aunque más Masha disfruta más el baño, pues su hermana es un poco más temerosa
Será cuestión de tiempo para que estas perritas reciban su operación y mientras tanto, sus salvadoras las cuidan.
Sin embargo, al ver el estado tan saludable de las hermanas, las rescatistas comenzaron a contactar con el perfil de una familia amorosa que quiera acogerlas para el resto de sus vidas.
Las perritas viven con Mía, otra peluda rescatada por el par de mujeres.
Las perritas necesitan el amor de un hogar tranquilo y duradero, lastimosamente las cuidadoras ya han hecho mucho por ellas. Las mujeres necesitan socorrer a otros animales en problemas como lo hicieron con Sasha y Masha, no las pueden acoger para siempre.
Sin embargo, cambiaron para siempre su destino y se asegurarán de que tengan la vida que se merecen en un hogar donde sean plenamente amadas y protegidas hasta su último aliento.
El futuro de las pequeñas es aún incierto, pero lo que sí sabemos es que nunca más estarán solas. Estas rescatistas harán lo posible por ubicarlas en un buen hogar. Además, que continúan trabajando duro por recaudar el dinero para la cirugía.
Que la suerte y muchos ángeles anónimos acompañen a las perritas para el resto de su vida y puedan seguir siendo felices.